La función socializadora de la familia en los primeros años de vida resulta básica para conseguir una correcta interacción con la sociedad de referencia.
La escuela supondrá durante las etapas posteriores un ámbito complementario que permitirá la convivencia con otro.
Los progenitores que entienden que su trabajo como puente social de sus miembros mas jóvenes termina con la entrada a la escuela, están renunciando a uno de los pilares centrales en la formación del estudiante. El hecho de ir a la escuela no significa que solo tengan relación con sus compañeros de clase, también han de socializarse con la gente de su entorno.
La transmisión de roles a desarrollar en la sociedad, asi como la transmisión de valores han de tener lugar en la familia. Siendo la escuela un complemento a esta función tan importante.
Cuando un niño ingresa en el sistema educativo, la primera socialización ya se ha hecho, pero a partir de ese momento es obra conjunta de familia y escuela.
Puede darse un choque conflictivo entre la escuela y la familia, sobre todo en la transmisión de valores (no tener la misma creencia religiosa, dar independencia al niño y que los padres no consideren que su hijo puede hacer eso…), diferentes en un ámbito y en otro. En todo caso, es la familia la que ha de atender el progreso de construcción de la personalidad y afectividad del sujeto. Es decir, las funciones educativas has de ser complementarias y coordinadas, para conseguir un crecimiento personal y social beneficioso para el niño y su entorno.
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jueves, 5 de abril de 2012
¿Qué problemas surgen cuando las familias delegan en la escuela la educación de los menores?
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